La presidenta de la Entidad Metropolitana de
Residuos, María Àngels Ramón-Llin, descartó ayer de plano que las incineradoras
propuestas por la Generalitat para tratar la basura se financien con la tasa
que pagan los vecinos por el tratamiento en el caso de Valencia y l'Horta. Es
más, avanzó que en 2014 se congelará el recibo al no añadirse ni siquiera el IPC
previsto.
La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig,
urgió este jueves a tomar una decisión sobre este método de eliminación de
residuos urbanos, al considerar que los vertederos actuales de la Comunitat
estarán colmatados en 2020.
Así las cosas, la pregunta es decidir cómo se
pagarán estas costosas instalaciones, precisamente tras asumir en Valencia y el
resto de la comarca unas modernas instalaciones que apenas cuentan con unos
años. Las dos plantas de tratamiento se inauguraron en 2010 y este mismo año,
mientras que el vertedero de Dos Aguas está en servicio desde 2011 y cuenta con
una concesión de 23 años.
Esto último es una dificultad añadida, objetó
Ramón-Llin, a la hora de poner en marcha incineradoras, y es analizar de qué
manera afectaría a las empresas concesionarias. El vertedero de Dos Aguas sería
el más perjudicado, precisamente en pleitos y pendiente de una ampliación de
las instalaciones.
La tasa por el tratamiento de la basura resultó tan
polémica que la entidad está respondiendo todavía miles de reclamaciones
interpuestas que solicitaban la anulación del pago y, cuando se aprobó una
bajada, la devolución de la diferencia. Ramón-Llin recordó que están ajustando
el precio de la concesión al máximo, al estar vinculado de manera directa a lo
que deben pagar los vecinos de los 45 municipios.
La congelación del recibo, incluido el IPC, es una
buena noticia. La entidad ha ofrecido a otros consorcios y municipios la
utilización de sus plantas de tratamiento, como una manera más de rentabilizar
las costosas inversiones. De momento, confirmó, no hay ningún acuerdo cerrado a
corto plazo.
Las instalaciones de Manises abrieron hace unos
meses tras un retraso de varios años. El vertedero de Dos Aguas, distante 69
kilómetros de las plantas donde se separa el material de reciclaje y se elabora
el compost, tiene una capacidad total de 5,6 millones de metros cúbicos de
basura. Las balas prensadas se cubren con materiales inertes y los operarios de
la empresa gestora realizan un control de los lixiviados, uno de los problemas
ambientales que justifican las incineradoras.
Fuente: Las Provincias
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